Bárbara Aguilar nos ha dado la última charla. Es inspectora de educación de la dirección territorial. Lucha porque el sistema educativo cambie y no sea igual que hace 20 años.
La innovación produce un cambio y el cambio tiene que suponer una mejora. Nos cuenta, que nosotros como futuros maestros tenemos la posibilidad de dar nuevas respuestas.
Cree que todos los maestros de un mismo colegio tienen que hacer reuniones para ponerse al día y compartir ideas, es imposible la cooperación y coordinación si no comparten sus ideas y propuestas.
Cuando en un sitio las cosas siempre se han hecho de una forma, es decir, que ya estén planificadas de una determinada manera desde hace mucho tiempo puede ser que nadie sepa por qué, por eso nosotros tenemos que intentar cambiarlo. Como en el vídeo de los monos, que ninguno dejaba al otro coger el plátano y ni siquiera sabían porqué.
Cuando alguien llega a un colegio, en ocasiones ve que todo el mundo actúa de un modo, de una determinada forma, si no crees que es la correcta, no tienes por qué hacerlo, pero entonces nadarías a contracorriente, por eso tienes que estar muy seguro de que tu pensamiento e ideas son las correctas. También puedes hacer lo mismo que ellos pero de otra forma, con métodos alternativos.
Si en la escuela vamos a hacer lo mismo, o sea siguiendo los mismos métodos, no hay que invertir dinero en las nuevas tecnologías, porque no estamos innovando, estamos haciendo y enseñando lo mismo pero en lugar de con un bolígrafo, con un ordenador.
Bárbara se enteró de que la Comunidad Valenciana iba a firmar un acuerdo con el ministerio e iban a elegir a tres colegios para ser pilotos.
El suyo fue el primer colegio de toda la Comunidad Valenciana en tener TICS, pizarras digitales… Mientras llegaba la dotación sólo tenían 14 ordenadores para 40 profesores. Hicieron 3 cursos virtuales (aunque muchos de los profesores no querían hacerlos porque decían que no estaban obligados): uno con Edegebedigital para la educación del siglo XXI, y dos con la fundación Encuentro “multimedia y PDI”. En abril del 2006 por fin llegó todo el material y no sabían muy bien qué hacer pero sabían que hace más el que quiere que el que puede. Además decidieron comprar 6 PDI más.
La Consellería les dio 17 proyectores, 16 portátiles, y un técnico que acude al centro cuando tienen problemas. El ayuntamiento les proporcionó 6 PDI más y la instalación de todos los proyectores y el Cefire les ofreció un profesor de Lliurex.
Ella pretendía que secundaria y bachillerato también hubiera pizarras digitales para así convertirse en el primer pueblo español con un colegio en el que todos los cursos dispusieran de las nuevas tecnologías.
Con Bárbara hemos podido ver la realidad educativa. Nos ha mostrado las cosas tal y como son, y que no todo esfuerzo tiene su recompensa. Ella ha hecho lo imposible por cambiar su colegio y no ha tenido éxito. Pero esto no es motivo de desmotivación, puede ser que ahora no haya tenido éxito pero finalmente lo tenga y Bárbara consiga su propósito.
Para finalizar quiero mencionar el cuento que se inventó para el proyecto porque me parece verdaderamente bueno además de original.
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